lunes, 16 de febrero de 2009

Algo que no se puede repetir hoy día

Ya con un poco más de libertad, sin presión, pero con el bajón de tener que volver a levantarse a las 7:00 y otros asuntos que no mencionaré, me ha dado el gusanillo de volver a retomar lo que dejé aparcado hace ya unos meses, que no es sino ver la mayoría de imprescindibles de cine mudo. Y yo, masoca por naturaleza, me atreví con a priori un tostonazo de 187 minutos. No es lo que parece.

El nacimiento de una nación (1915)



Vaya PELICULÓN. Así, en mayúsculas. Bien es cierto que la duración es una losa muy grande (aunque parece ser una constante en las películas de Griffith) y echa para atrás a la gran mayoría de público, bien que su temática tampoco apasiona si no hay diálogos, pero aquí terminan sus pegas. Trata el tema de la guerra de secesión americana de forma muy completa, desde que Abraham Lincoln decide unir la parte Norte y Sur de los futuros EEUU hasta cómo los negros acceden al poder del Sur para formar un "imperio negro", en palabras de su líder. Entre este larguísimo desglose de historia se presenta una historia de amor entre una enfermera de guerra y un combatiente, amigo del hermano de esta, dándose una relación entre familias norteñas y sureñas, para dar así los distintos puntos de vista del momento.

El film acoge el tema del racismo de una forma muy inútil, con una visión del ciudadano negro muy distorsionada, poniéndolos como traidores a la bandera o peor. Defendiendo esta postura vanaglorian la figura del Ku Klux Klan, donde aparece reflejado su origen y formación del grupo y cómo estos se convierten en los héroes nacionales derrocando el poder negro. Esto hace que ideológicamente la película sea bastante propagándística en su época (donde la sociedad americana era más ignorante aún si cabe), más viendo ese final con el Diablo con los negros esclavos y a Jesucristo con los blancos.

Pero donde verdaderamente reside su punto fuerte es en el apartado técnico. Partamos de que se rodó en 1914. Bien, pues fue en 1915, al estrenarse, cuando nacieron muchas de las pautas que se siguen en el cine actual. Primeros planos, planos generales, travellings, montaje paralelo... Sí, todo esto existía antes, pero no de la forma que hoy conocemos. Fue a raíz de esto cuando se decidió acompañar con estos elementos al ritmo narrativo y artístico, además escogidos en el momento preciso. Una banda sonora con las composiciones más conseguidas que he escuchado en una película muda, pues acompañan idóneamente a la imagen, además de que no son monotemáticas como muchas otras que se llegan a hacer pesadas. Las actuaciones son correctas en todo momento, incluyendo esa típica sobreactuación de estos tiempos, destacando los dos papeles femeninos de Lillian Gish y Mae Marsh.

Para terminar, quiero remarcar escenas históricas de esta fracción de historia cinematográfica como es la década de los 10, como es el Asesinato de Lincoln, la entrada de los jinetes en el pueblo sonando la archiconocida "La cabalgata de las Valkirias" de Wagner (según la versión que yo he visto, que ya se sabe que por cuestiones temporales estas obras cambian metraje, música, duración... según qué edición se vea), así como la llegada al refugio con la misma música y un plano desde frente en movimiento de los jinetes cabalgando. Impresionante final para una impresionante película. No es que haya sido una de las que más me vayan a gustar, pero sí es de las mejores que he visto.


Pufff, mucho he escrito sobre una sola cosa que no sean videojuegos, que es lo que más da para comentar por mi parte, pero la ocasión la merecía. Ahora a seguir con cine mudo, la PSP funcionando a tope y aprovechando más el PC, si su fiabilidad me lo permite. ¡Hasta la próxima!

1 comentario:

  1. Osea , que ha esta peli le debo el haberme estudiado el toxaco aburrido de MAVIS k me estudie para nada porque luego el tio puso lo k kiso en el examen no?...

    si es asi, kizas la vea algún día, y la keme en la hoguera mas profunda del infierno.

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